Quinto capítulo.
* De saber quién es y por qué acude a mi mente sin ser llamada. Y la que
poco a poco, me está volviendo loco por dentro. Loco, incluso, al corazón.*
Hoy no he podido hablar con Justin.
Abro el grifo de la bañera con el pie. Lo cierro, lo abro… Mientras litros y
litros de agua caen rendidas a mis piernas. Mientras poco a poco la bañera se
llena, formando en mí una sensación de felicidad extrema. De reconforte y
relax.
Hoy ha sido un día difícil. Más de lo habitual… Justin ha venido a mi
instituto y no sé por qué. Algo en mí me dice que se ha olvidado de nuestro
beso en la playa. Pero sé, estoy cien por cien segura, que fue él. El mismo
chico que me acarició la mejilla, el que me dijo “vente conmigo a un lugar
mejor”. El que me juró que me protegería… ¿Y por qué no ha empezado a hacerlo?
No quiero más pensar en él. Me siento mal, pensando que puede que tenga razón
en el fondo… Que puede que Alice tuviera razón. Que puede que todo lo hubiese
soñado. Que tal vez Justin solo es un chico que se le parece al de la playa.
Pero, cuando estoy a punto de desistir, Justin vuelve a mí. Y esa
sensación de lucha insaciable, sale desde lo más profundo de mí. Pidiendo que
hable con él. Que esto no puede quedar así. Que tengo que hacerle saber que lo
siento mucho por no haberme ido de inmediato con él. Que estoy deseando cruzar
mar y tierra, si es con él. Que mis labios extrañan los suyos. Que mi corazón
un día de estos va a explotar. Que mi cabeza no puede más por tantos
pensamientos que me causa él. Que todo mi ser tiene miedo de perderle.
¿Tantos pensamientos puede causar una persona, con la que no has ni mediado
palabra alguna? Un beso, un saludo, un roce… ¿Puede causar tanto miedo a
alguien? ¿Miedo de pensar que un día se irá, para no regresar más?
Entonces el ruido de una puerta puede hacerte sentir lo mismo. Pero esta vez
de miedo. Papá me llama gritando, y antes que pueda cerrar la puerta, yo he
salido de la bañera, me he puesto una bata y corro dirección a mi cuarto,
aterrada por el pánico que solo él causa en mí. Está a punto de alcanzarme, pero
la puerta de mi habitación se lo impide. La cierro con llave y me tiro
al suelo, mientras él golpea la puerta con fuerza. Llevo mis manos a mis oídos,
para no oírle más. Mientras repite mi nombre cientos y cientos de veces.
La rutina del maltrato llega a un punto que hace que te canses. Una vida que
algo o alguien te marcó desde el momento en que una gran tragedia vino a tu
vida. Ninguna explicación. Ninguna señal de por qué me hace esto. Ninguna señal
de salvación.
Solo la de Justin. A través de sueños…
<<Flashback>>
*Narra Justin*
Justin: ¡Hey Scooter! –Saludo a Scott muy alegremente. Es un tío decente.
Perfecto para mis múltiples bromas. Que según él, son pesadas. Pero para mí son
las mejores. Y él es un buen blanco para ellas.
Es como un imán. No quieres que te atrapen, pero lo hacen. Y entonces no
puedes evitarlo. Pues así es Scooter y mis bromas.
Scooter: María, déjale pasar. –María asiente con la cabeza, me mira y nos
sonreímos. Mientras me deja paso.
Scooter: Ven Justin. –Me hace una seña con el dedo y se introduce en una sala.
Su despacho. Donde solemos hablar de asuntos importantes, donde compartimos
vivencias, experiencias, anécdotas… Y donde nunca, nunca faltan las risas.
Mientras me dirijo al despacho de Scooter, miro al techo. Tiene forma de
pico. A la derecha, unas escaleras de caracol que dan a muchas habitaciones. A
la izquierda, una puerta de cristal que no me gusta nada. Y afuera veo a su
preciosa mujer, que se está bañando en la piscina. Me saluda con la mano, y yo le
devuelvo igualmente el saludo.
Scooter me da paso y entro en el despacho.
Yo: Bonito despacho Scooter. Me encanta tu casa. –Le digo mientras me
acomodo en una silla de cuero negro que está en frente de su mesa.
Scooter: Es lo que se tiene cuando llevas tanto tiempo trabajando en esto.
Cazando a muchas estrellas de la música, como tú. –Dice mientras me señala y se
sienta detrás de su mesa de madera, donde abundan innumerables papeles. –No es
un trabajo fácil, el hecho de encontrar a un niño o niña que valga en este
mundo que es la música. –Me observa un momento y prosigue mientras suspira. Son
cosas que aun no entiendo en los adultos. ¿Por qué me miran como si fuese un
regalo? Solo hago lo que me gusta. Cantar y hacer felices a millones de
personas a través de mi voz. Bueno, para ser sinceros, es como si fuese ayer
cuando estaba en casa, o dando una vuelta con mis amigos por las calles de
Canadá. Y ahora, estaba sentado hablando de mis próximos conciertos con mi
mánager Scooter Braun. Es algo en lo que no te paras a pensar que te pueda
pasar. Pero pasa. Y aunque no puedas entenderlo, ocurre por alguna razón. Y
aunque no puedas impedirlo, ya no hay vuelta atrás, ya ha pasado. Y esta es la
vida que te deparará por muchos años. Todo por unos videos que subí a Internet,
ahora estoy aquí. Es algo mágico e increíble.
Estoy muy agradecido a mamá por darme esta oportunidad, a Scooter por
confiar en mí y a mis fans por estar a mi lado, apoyándome en cada momento y
decisión que tomo en mi alocada vida.
Scooter: Contigo tuvimos suerte, ¿lo sabes Justin? –Miro a Scooter, paso mi
lengua por mi labio inferior y asiento fuertemente. Scooter me sonríe y
empezamos a hablar de los conciertos, lugares y proyectos que tenemos en mente.
Pero entonces, algo me impide prestar la máxima atención posible a Scooter.
Es esa preciosa chica. Con su gran sonrisa. Pero, ¿por qué cuando acude a mi
mente, algo me dice que esa imagen no es real? ¿Qué está trucada? ¿Cómo si ella
no fuese feliz?
<<Flashback>> (Presente)
*Narras tú*
Abro los ojos. No estoy en mi cuarto. Tampoco en mi casa. Y mucho menos en
California. ¿A qué mundo mágico he aterrizado esta vez?
Antes mis ojos, veo un acantilado a unos cuantos kilómetros de mí. Con una
cascada y agua reluciente cayendo detrás, un poco más lejos. Miro al suelo y
veo que estoy descalza. Mis pies tocan la hierba fría y me hacen cosquillas.
Entonces miro mis manos. Ni una señal de rasguños, ni cortes. Nada. Simplemente
mi piel protegida, sin imperfecciones. Voy un poco más allá y me doy cuenta que
la bata de la ducha ha desaparecido, que llevo un vestido que cae por los
hombros y termina por debajo de mis rodillas. Es un vestido azul ceñido. Un
vestido un poco más fuerte que el color del cielo cuando está claro. Pero me
gusta. Diría que es mi color favorito. Ahora toco mi pelo. Está seco, recogido
en una trenza con forma de corona, formado por el pelo de mi superficie.
Mientras que el pelo de abajo está suelto, y cae por detrás de mis hombros.
Empiezo a caminar. No sé bien a dónde, pero sé a quién busco. Con la
esperanza de encontrármelo. Un pajarito con su canto pasa al lado de mi oído.
Lo miro y le sonrío. Este lugar, con su hierba, aire limpio, cascada con agua
cristalina… Es un paisaje. Un paisaje que se podría convertir en paraíso si él
estuviese por aquí, buscándome en las profundidades del bosque, o escondido
entre los árboles frondosos, esperando la oportunidad para salir y sorprenderme
con un abrazo por detrás.
Pero por ahora, camino. Rezando para encontrarlo lo antes posible. Antes de
que vuelva a despertar, y papá me vuelva a atrapar entre sus manos grandes, y
me cause múltiples heridas nuevamente.
<<Flashback>>
*Narra Justin*
Scooter: Justin, ¿estás de acuerdo con lo que pone? Justin, hey Justin.
Yo: ¿Eh? Sí, sí. Por supuesto Scooter. –Le asiento mientras dejo de apoyarme
en la mesa y me echo para atrás.
Scooter ¿Qué te pasa? ¿Te preocupa algo? Si quieres podemos continuar esta
tarde...
Yo: ¿Eh? No, no. Simplemente es que últimamente hay algo que me ronda por
la… -Hago una pausa, miro a Scooter detenidamente. Y por su cara de extrañeza
sé que no vale la pena intentar explicárselo…
Aunque, ni yo mismo entiendo nada.
Scooter: Justin, hijo. Cada día estás más raro de lo habitual… -Me explica
mientras coge un torcho de papeles, los junta y los coloca en orden, segundos
más tarde los guarda en un cajón de su mesa. Yo únicamente le sonrío y atiendo
atentamente. –Y eso es raro. Cada día consigues impresionarnos nuevamente. –Me
río. –Y cuando te lo planteas, puedes sorprendernos el doble. Pero no solo en
tu forma de ser, si no en el escenario también. Creo que estos conciertos
tienen futuro.
Yo: Hablando de eso… Scooter, tengo que pedirte algo. –Scooter se
extraña, y ahora es él, el que atiende atentamente.
Scooter: Dime. Soy todo oído.
Yo: Verás… Scooter… Yo…
Scooter: Desembucha. ¿Han vuelto a detenerte por alta velocidad?
Justin: ¡No! Además, ahora tengo a Florencia y es el mejor robot que alguien
puede tener. Es algo más… Scooter, extraño a mi familia. –Le miro fijamente.
Mis manos tiemblan. La imagen de la chica me acompaña y me da fuerzas, mientras
que un brillo en mis ojos se puede ver con claridad. No sabía que necesitara
tanto sentirme de nuevo en casa. Scooter baja la mirada, después de permanecer
unos minutos en continuo silencio, suspira, junta sus manos como yo, formando una
O cerrada.
Scooter: Justin, tenemos que ir a California, ya lo sabes.
Justin: Pero puedo ir antes, o después de pasar por allí.
Scooter: Ya sabes que no puedo decirte que no. Aquí el artista eres tú, yo
solo soy tu mánager. –Entonces, unas ganas locas de levantarme y abrazarle se
invaden dentro de mí. –Así que puedes ir a ver a tu familia, claro. Justo antes
de ir a California, tienes una semana entera de reposo. Puedes pasarlos con tu
familia tranquilamente.
Yo: ¿En serio? ¿Puedo ir a verlos? –Me levanto de la silla mientras me
altero positivamente. Scooter me mira asombrado y con una expresión divertida.
Scooter: Sí, claro. ¿Por qué no? –Me dice mientras se encoge de hombros y
sonríe. Me dirijo hacia Scott y lo
abrazo fuertemente con una sonrisa de oreja a oreja, que nadie podría deshacer en
estos momentos.
Yo: Gracias Scooter, te amo. –Le digo mientras me aparto de él, me pongo las
gafas y salgo del despacho.
Veo a su mujer, la saludo y me dirijo a la puerta,
donde se me adelanta María, una de las mujeres del hogar en la que confían
mucho. Me abre la puerta y la abrazo fuertemente, para sorpresa de ella. Salgo
de casa dando saltos y me introduzco en el coche, y pongo la música muy alta. María mira a Scooter y a su mujer, los tres están igual de confusos. Pero Scooter
se adelanta a responder:
Scooter: Es un Bieber. Su familia desde épocas atrás ha estado muy unida.
Por mucho que Justin sea ahora una estrella y rompa las escalas, esa unión no
la puede romper nada ni nadie.
<<Flashback>>
*Narras tú*
Yo: ¿Justin? ¿Justin dónde estás? Justin por favor, necesito hablar contigo.
Justin… - Casi me tropiezo con una piedra. Salgo a trompicones del bosque. Dejo
atrás el prado de hierbas frescas, para introducirme a uno de flores rosas. Es
precioso. Es como si recién las hubieran sacado de una postal de primavera.
Inhalo aire. Es una mezcla rara. Aire fresco junto con el aroma de las rosas.
Es un aire agradable. No tiene ni punto de comparación con el aire que respiro
todos los días cuando salgo a las calles de California.
Hay un pequeño árbol en la montañita, adornadas alrededor de esas flores. Y
a la sombra del árbol, una persona. No hace falta decir más, me agarro el traje
y corro como si mi vida se fuese en ello. Mientras pienso en qué decirle.
Aunque, más bien las palabras sobrarán cuando volvamos a estar a escasos
centímetros de distancia.
<<Flashback>>
*Narra Justin*
Al ritmo de la última canción que he escuchado en la radio, entro en casa.
Me quito la chaqueta y dejo las llaves del coche y de casa en la mesita de la
entrada. Tiro la chaqueta en el sillón y me dirijo a la cocina. Cojo una
Coca-Cola y me siento en el sillón. Bebo un poco y suspiro cansado. Observo
parte de Los Ángeles por mi ventana. Es una de las maravillas que tiene este
piso. Poder observar parte de la ciudad, y ver cómo gente viene y va corriendo,
sin darse cuenta de la maravilla que tienen antes sus ojos.
Pero él se da cuenta. Se da cuenta de todo lo que pasa gracias a su ventana.
Se da cuenta cómo esa chica mira a ese chico tímidamente, y que cuando ella no
mira, él hace lo mismo. Esperando los dos a ver quién da el paso para
acercarse. O cuando unas chicas caminan con altos tacones, mientras cotillean y
miran descaradamente el culo del apuesto chico que va delante. O cómo ve que
esa chica se tropieza, y rápidamente va un chico y la ayuda a levantarse, y
tras unos minutos hablando y sonriéndose se cambian teléfonos.
Son las cosas que Justin suele hacer cuando se aburre, cuando no tiene nada
que hacer, o cuando necesita darse cuenta y asimilar dónde está, y lo lejos que
ha llegado. Se siente grande, enorme cuando mira por esa venta, y ve lo pequeño
que es el resto. Sonríe. Le recuerda a su canción "Bigger". Solo que falta
algo. Falta la chica con la que poder compartirlo todo.
Yo: Ag, otra vez ese dolor… -Me llevo la mano a donde me produce el dolor de
cabeza.
Justin se agarra inmediatamente a una silla. Aprieta fuertemente los
dientes, mientras maldice en voz baja a esa chica.
Yo: Joder, ¿dónde estará? ¿Quién narices es esta chica? –Se siente mareado,
mientras suelta la silla y se tambalea de un lado a otro, hasta caer en el
sillón rendido. Entonces, cierra los ojos y siente que flota…
Que flota a través de un sueño…
**********************************************************************
Yo: ¿Qué es esto? –No veo con claridad. Pero, ¿dónde estoy? Veo a lo lejos a
una chica… El corazón me va a mil por hora, juraría que es ella. Corro hacia
ella, como si mi vida se fuese en ello.
<<Flashback>> (Presente)
*Narras tú*
Ya casi he llegado, Justin me ha visto metros más lejos, y ya me espera con
los brazos tendidos.
Yo: Justin. –Digo su nombre mientras pongo mis manos encima de sus hombros y
él sus manos en mis mejillas. Nuestros corazones van a mil, incluso apostaría
que a más. Nuestras respiraciones se cortan por el momento de nuestro
re-encuentro. Estoy a punto de echarme encima de él, buscando sus labios.
Esos
labios que he extrañado desde el momento en que desapareció. No hace ni un día
de eso, pero mis ganas de volver a sentir que es real, que de verdad esos
labios existen, aumentan con ansias las ganas de rozarlos...
Yo: Justin, te he
echado de menos. –Justin me sonríe mientras acaricia mi mejilla suavemente. Mis
ojos brillan, mientras que los suyos solo transmiten felicidad. –Justin, te he encontrado, ¿verdad? ¿De
verdad eres el chico que fue al instituto? Por favor Justin dime que eras tú…
Justin: Sí, soy yo. –Me sonríe. Pongo mi mano en su pecho. El pulso está
acelerado. También lo noto por su voz. Es hermoso sentir que pones nervioso a
alguien, más si es ese chico especial por el que matarías. Si es por la persona
que dedicas tiempo. Si es por él.
Yo: Justin, vámonos. Vámonos a otro lugar donde nadie nos diga qué hacer…
Donde solo estaremos tú y yo. Por favor Justin. Vayámonos. Te quiero. ¿Es eso
lo que quieres que te diga? ¿Es eso lo que quieres oír?
Justin: Es lo que quiero que sientas. –Me interrumpe. Suelta su mano que
acariciaba mi mejilla y la posa encima de mi mano que toca su pecho, justo en
la zona del corazón. Nos miramos por unos instantes. Le suelto y me abalanzo
sobre él. Rodeo mis manos por detrás de su cuello, mientras que él rodea sus
manos por mi cintura.
Era tanto el deseo de los dos, que no hacen nada para impedirlo. El deseo de
querer hacer el uno del otro. El deseo de volver a sentir esos labios. El deseo
de querer tener a esa persona a escasos centímetros de ti. El deseo y la
necesidad de probar esos labios. De sentir la emoción en los ojos de la otra
persona, incluso la misma emoción que desbordan tus propios ojos y la sonrisa
que causa el otro. Era tanto el deseo de los dos de volverse a ver, de volver a
besarse. Que lo hacen descontroladamente. Que lo hacen sin importar las
consecuencias que pueda traer. Ni Justin se controla. La quiere. La ha soñado
durante semanas y ahora quiere tenerla en carnes y huesos propias. Y ella… Ella
siente algo indescriptible. Algo que nunca antes había sentido. Algo que solo
él está consiguiendo. ¿Amor? Tal vez, nunca lo ha experimentado hasta ahora.
Solo él ha logrado meterse de pleno en su corazón. En ese hueco deshabitado. En
ese hueco donde solo una persona puede ser perdonada por muchas lágrimas que
haya causado. Por muchas sonrisas que haya provocado. Por muchos besos,
caricias y abrazos que quedan por sentir…
Solo una persona puede causar eso a la misma vez, solo una. Y es el que tu
corazón elige desde el mismo momento en que la vez, y se cruza en tu vida. Para
no salir nunca más. Para quedarse. Para hacerte sentir todo ese tipo de cosas.
Y para ______, ese chico es Justin.
-----------------------------------------------------------------------------
¡Hola guys! ¿Qué tal? Bueno, espero que este cap os haya gustado, y ya sabéis: Comentad aquí con vuestro Twitter, o en mi Twitter directamente(@GuaxiBelieve) si quieréis el próximo cap. El sexto ya. Increíble. Hace cuatro días que escribí esta novela de Justin y tú, y está teniendo muchas críticas positivas. Os amo.
Guys me voy durante 10 días... No podré subir cap. Espero que aún así os interese la nove y me tweteéis o me dejéis un comentario aquí con vuestro Twitter, o si preferís, en mi Ask: (GuaxiBieber1D11) La encuesta sigue ahí, para las que no habéis votado >>>>>>>>>>>>>> Y... La cuenta dedicada a mí, por si queréis seguirla: @GuaxiFacts. Espero que el hecho de irme diez días fuera, no implique que dejéis la novela. Ya sabéis que escribo por vosotros.
Por cierto, perdón si este cap ha sido corto... Os lo compensaré cuando regrese, i promisse. Un beso chicas, y bienvenida a mi Mundo.
aw, me encanta kjsdnkjsdf no pasa nada, echaré de menos tus capítulos. Pero bueno 8( claro que no nos vamos a olvidar de tu novela<3
ResponderEliminarUn besito, síguela<33
Aww muchas gracias:') el sexto CAPartido en 3 ya está, ¿Me das tu Twitter para apuntarte?
EliminarEs perfecta *-* No te preocupes, el capítulo es bastante largo, cielo :] Continúa en cuanto llegues y no te preocupes porque no vamos a dejar de leer tu nove solo porque te vayas de viaje. Estoy deseando que vuelvas y escribas el 6º capítulo. Soy CarolLovesBiebs en Twitter.
ResponderEliminarOwww<3 Acabo de leer todos los capitulos, simplemente increíble, es totalmente diferente. Siguiente, estoy impaciente por el siguiente capitulo y espero que te lo hayas pasado bien^^ Si puedes, avisame para el próximo. Un beso<3
ResponderEliminar@MichelleBeHappy